Comencemos por definir lo que
realmente significa; la palabra motivación proviene del latín motivus que
significa “movimiento” y el sufijo ción que se define como “acción y
efecto”.
Al entender esto encontramos el
real objetivo de la motivación: movernos hacia adelante y no de una forma
física y literal si no que se refiere a otro tipo de movimiento, uno que nos
lleve a la acción y a desempeñar nuestros objetivos, uno que nos mueva mental y
físicamente.
En este punto ya podemos ir entendiendo
lo que la motivación realmente es; entonces ya teniendo claridad sobre esto
¿Cómo funciona?, la motivación funciona con base en necesidades o anhelos,
cualquiera de los dos casos logra despertar la inquietud de llevarnos a la
acción o en palabras simples el deseo de adquirir un placer o evitar un dolor
nos mueve, nos motiva de forma casi inmediata.
Según Abraham Maslow y su “Teoría
de la motivación” Las cinco categorías de necesidades son las fisiológicas, de
seguridad, de amor y pertenencia, de estima y de auto-realización; siendo las
necesidades fisiológicas las de menor nivel dentro de la jerarquía.
En esta teoría también se distinguen
estas necesidades como “deficitarias” que son las fisiológicas, de seguridad,
de amor y pertenencia, de estima y las demás dominadas como “desarrollo del
ser” como la auto-realización.
La gran diferencia entre estas recae
en que las “deficitarias” se refieren a una ausencia o carencia de cosas que el
ser humano tiene que adquirir o resolver, mientras que las de “desarrollo del
ser” esta encaminadas a resolver cuestiones de la personalidad, autoestima y
espiritualidad de las personas.
La motivación es el motor que nos
impulsa siempre hacia objetivos positivos porque siempre que se encuentra se
evitan sufrimientos o se alimenta el crecimiento personal de uno mismo lo cual
es maravilloso, pero ¿Qué pasa cuando no encontramos motivación? Porque en
muchas ocasiones sucede que, aunque estemos con la mejor de las intenciones y
nuestro objetivo o meta sea muy noble o necesaria, aun así, no conseguimos
movernos de forma efectiva por lo que en cualquier momento terminamos por tirar la toalla y abandonar el propósito.
La motivación es de suma
importancia ya que tiene una relación muy estrecha con nosotros mismos y
nuestra forma de pensar, de ser y de sentir nuestra vida, ignorar nuestros
propósitos o creer que necesitamos algo que no es así y convencernos de ello
nos llevan directo a un abismo de confusión e incertidumbre que cada vez
debilita mas nuestra fuerza interior que es la que nos hace estar en acción.
Ahora bien ¿Cuáles con las
recomendaciones para encontrar motivación y usarla? Ahí van 3 que de forma
personal considero que son las más importantes:
1.
Encuentra un propósito que valga
cualquier pena y que a la vez sea algo que desees demasiado: Sólo a través
de un objetivo fuerte, honesto y con gran importancia para ti encontraras esa
energía y ganas de ponerte en acción.
2.
Toma el control de las cosas pequeñas
hasta llegar a las mas grandes: tomar el control y rumbo nos da sensación
de poder y el poder enriquece le espíritu, aunque sean las cosas más pequeñas
si son importantes para ti te dará sensación de que puedes lograr cosas
mejores.
3.
No pienses demasiado las cosas: por
lo general este es el mal de muchas personas por no decir de todas, pero con
esto solo conseguiremos caer en la “Parálisis por análisis” que no es más que
no hacer nada por crear ideas o juicios hipotéticos en nuestra cabeza, lo cual
nos llega a inmovilizar.
Ponernos en acción en lugar de pensar demasiado va a
despejar nuestro juicio y eliminará nuestras inseguridades pues, a fin de cuentas,
una mente activa no tiene tiempo para pensar en cosas que la distraigan.
La mejor forma de estar motivados es creando energía y
solo existe la energía si hay movimiento, no se trata de optimismo ciego o de
solo querer estar feliz haciendo las cosas, si no de literal movernos en el
sendero que queremos, de eso se trata.
Espero esta información sea de mucha utilidad y recuerda
que la información solo funciona cuando la utilizamos. ¡Éxito!